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lunes, 11 de abril de 2011

El último de los ex-prisioneros de la guerra hispano-americana.


Buque Cristobal Colon

En el estruendo de la batalla naval de la Bahía de Santiago, a punto de hundirse el Cristóbal Colón envuelto en llamas, un joven oficial español se resistía a abandonar el barco gritando: "¡El loro!, ¡El loro!, y señalaba frenéticamente hacia el puente. Allí, posado en la barandilla, preso del pánico, con las plumas chamuscadas y un ojo averiado, estaba el loro, mascota del Cristóbal Colón. De repente, un guardiamarina americano, logró alcanzarlo con una pértiga, entregándoselo al español. Seguidamente rescató a ambos, trasladándoles a su buque y alojándoles en su camarote.

El joven español, malherido, murió, haciéndole prometer al americano que no abandonaría al loro.

El dichoso loro no hacía más que gritar: ¡Dame un besito! ¡Dame un besito! Y el muchacho decidió enviárselo a su prometida al final de la contienda. Adquirió una jaula de rafia y lo envió a Annapolis, complicándose el proceso puesto que el ave, picoteó de tal forma la etiqueta con la dirección a entregarse que, esto no fue posible y el loro permaneció en las oficinas de correos durante una semana. En este tiempo el marino comunicó a su amada el contenido del envío y ella acudió a correos a rescatarlo. De la etiqueta sólo quedaba la palabra: Annapolis.

Entretanto, estaban llegando los prisioneros a la academia y el loro los observaba pasear frente a su jaula en la terraza de su nueva dueña. Cierto día pareció enloquecer golpeando la jaula con las alas al tiempo que gritaba: ¡Papá, papá!, y es que había reconocido a un tripulante del Cristóbal Colón.

Cuando los prisioneros fueron puestos en libertad, el reglamento les impidió embarcar al loro en el City of Rome que los transportaría a Santander. Así que el emplumado quedó atrás y aún vivió diez años más en suelo americano. A su muerte, ¡qué detalle!... el Herald de Nueva York editó una esquela especial dedicada al último de los ex-prisioneros de la guerra hispano-americana.

Fuente: DiariodeCádiz.es



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